El helado casero es una mezcla de leche, nata, azúcar y, a veces, otros ingredientes, que se congela mediante técnicas especiales para conseguir un sabor suave y cremoso. El helado es popular desde hace cientos de años, pero sólo se generalizó con el uso generalizado de los frigoríficos. La explosión de la popularidad de los helados ha dado lugar a muchas variaciones de los mismos, como las natillas congeladas, el yogur congelado e incluso productos no lácteos, como la leche de coco.
El contenido de grasa láctea del helado debe estar entre el 10 y el 16%. Los helados con un mayor contenido de grasa láctea suelen tener una textura más suave debido a un menor contenido de agua y menos cristales de hielo. El helado que contiene menos del 10% de grasa láctea se denomina más comúnmente “leche helada” o “helado ligero”.
Además de la leche y la nata, el helado suele contener estabilizadores como el gluten para mantener una textura consistente. El azúcar o los sustitutos del azúcar suelen añadirse para producir el sabor dulce que mucha gente espera. Últimamente se ha popularizado el helado sin azúcar, al que se le añaden azúcares naturales de la fruta y la leche para darle un sutil dulzor.
Esta variedad de sabores y aditivos en los helados ha provocado su gran popularidad entre los consumidores.
¿Cómo se hace el helado casero?
Cuando se mete un recipiente de leche o nata en el congelador, se forma una masa líquida y dura, en lugar del helado blando y cremoso que solemos comer. El helado tiene una textura suave porque se utiliza un proceso especial para que los cristales de hielo sean más pequeños y estén más aireados.
Remover a mano o a máquina evita la formación de cristales de hielo grandes y duros. La agitación también permite que el aire penetre en el helado, lo que crea una textura espumosa y lo hace aún más suave. Sin embargo, hay otras formas de hacer helado que no implican el batido.
La sal, que reduce el punto de fusión del helado, se utiliza a menudo en la elaboración de helados. Al bajar el punto de fusión del helado, éste pierde su calor más rápidamente y se congela más rápido. Una congelación más rápida produce cristales de hielo más pequeños y un acabado más suave.
La sal mezclada con el helado no afecta al contenido de sodio porque nunca toca el helado. El hielo mezclado con sal se coloca alrededor de la cámara interior del helado para evitar que la sal penetre en el helado.
El nitrógeno líquido y el hielo seco también pueden utilizarse para hacer helados por su rápida acción de congelación. Los Dippin Dots, muy populares en los centros comerciales, utilizan nitrógeno líquido para congelar pequeñas gotas de crema, creando así pequeñas bolas de helado.
Cómo conservar el helado casero
El helado debe mantenerse lo más frío posible mientras se transporta de la tienda a su casa. El proceso de fusión y congelación crea grandes cristales de hielo, que pueden estropear la textura suave, dificultar el uso de la cuchara y dar una sensación extraña.
Almacene el helado en el compartimento principal del congelador, no en la puerta, para que se mantenga bien bajo cero. Los artículos colocados en la puerta del congelador se exponen repetidamente al aire caliente cuando se abre la puerta, lo que provoca un ciclo de descongelación y recongelación que puede reducir la calidad de la textura del helado.
Para evitar que los cristales de hielo y los sabores no deseados sean absorbidos por el helado una vez abierto, basta con presionar la película de plástico sobre la superficie del helado antes de cubrirlo. Esto evitará que el aire y la humedad penetren durante el almacenamiento en el congelador. Para obtener el mejor sabor, debe consumirse en el plazo de un mes desde su compra.
¡Aprovecha tú que sí puedes y saboréalos todos los helados de Camy!